"¿Cómo nos encontramos hoy?", "¡Buena chica!", "¿Dónde te crees que vas?"... Los expertos hace tiempo que lo saben. Hablar a los más mayores cambiando el tono de voz, de forma cantarina —como hacen muchas enfermeras de las residencias para la tercera edad— sólo sirve para que se irriten. Pero la novedad ha sido comprobar que ocurre lo mismo en las personas con demencia. Las personas con Alzheimer están tratando de mantener su concepto de ser una persona. ¡No me trates como a una niña!.