Andy Schleck tuvo que pasar dos controles con menos de una hora de diferencia. El primer test fue nada más cruzar la línea de meta de Plateau de Beille. El segundo control fue en el restaurante donde cenó con el equipo, sólo una hora después de haber terminado el primero. Andy Schleck se queja de las formas de actuar de la UCI. El luxemburgués tuvo que llevar su bote de orina entre comensales que estaban en el restaurante.
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