«Si el párroco nos pide perdón públicamente, retiraremos la denuncia. Es lo único que mi hermana y yo queremos, porque nos ofendió públicamente y las disculpas también deben serlo». Con estas declaraciones, Paloma Medina Huergo defendió ayer la decisión adoptada días atrás por ella y su hermana María Dolores, de denunciar a Alejandro Fuentevilla, el cura de la localidad de Valle, en el concejo de Piloña. relacionada:
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