Desde hace tres décadas, cada vez que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) trata de poner en práctica su proyecto para recrecer el ya enorme embalse de Yesa, situado entre Aragón y Navarra, se topa con la determinación de los vecinos de un pueblo zaragozano: Artieda. No llegan ni a cien. Es un pueblo pequeño, casi una aldea, a 40 kilómetros de Jaca, pero su voluntad de defender su medio de vida y el bello entorno natural en el que está situado ha logrado postergar la ejecución de algunas de las órdenes de expropiación.
|
etiquetas: artieda , aragón , yesa