Ante un cuadro abstracto es habitual escuchar la frase "esto lo hace mi sobrino de tres años". ¿Es esto cierto o se trata sólo de la voz de la ignorancia? El profesor de la UCLA Mikhail Simkin decidió coger el toro por los cuernos y cuantificar empíricamente los méritos del arte abstracto. Para ello, Simkin creó una página web en la que preguntaba al público si una serie de cuadros eran obra de artistas famosos o chapuzas pintadas por un mono o un niño. Conclusión: el pintor profesional sólo lo hace un 4% mejor que el amateur.
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