El escándalo del sacerdote que fue sorprendido en una iglesia de Louisiana (EE UU) haciendo un trío con dos dominatrix mientras grababa la escena con el móvil ha tenido un desenlace casi de película. El arzobispo de Nueva Orleans, Gregory Aymond, compartió un vídeo en el que critica con dureza las acciones de su sacerdote y en el que anuncia que el altar donde se cometió el pecado ha sido quemado. Relacionada:
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