“Si quería tener un videoclub legal en Internet, no tenía otra opción que firmar un contrato con la SGAE”. Lejos de sentirse obligada, María Luz Villamil se interesó por las condiciones que impone la sociedad de autores para dar su consentimiento a un proyecto de descarga y alquiler de películas en la red. Después de suscribir un contrato con sus exigencias, Facilvision.com ya está on line.
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