D'Alembert ya afirmaba en la introducción de la Encyclopédie que el conocimiento procede de los sentidos, no de Dios ni de la revelación. Que la Enciclopedia dejó claro que a partir de entonces la Teología dependerá de la Filosofía y no al revés. Y mostró, en otra vitrina, las páginas del Árbol del Conocimiento donde, efectivamente, la Filosofía ocupa lugar preeminente y la teología queda a altura de la Magia Negra. La historia de las ideas acababa de dar un vuelco de vértigo.
|
etiquetas: enciclopedia , teologia