Desde que la Coordinadora Sindical de Clase constituyó una sección sindical en everis Centers, la represión contra nuestro sindicato ha ido en aumento. En enero de 2020 ya denunciábamos que la empresa incumplía la ley al negarnos el ámbito estatal de nuestra sección sindical, así como el nombramiento de dos delegados sindicales, un compañero del centro de Salamanca y una compañera del centro de Murcia. En ese comunicado explicábamos además como se nos estaba negando tanto la colocación de tablones informativos como una sala propia para atender a los compañeros y realizar nuestras funciones sindicales, además de los permisos para el grupo de correo corporativo, lo que significa que no disponemos del listado actualizado de trabajadores de la empresa.
Ante esta actitud represiva contra nuestro sindicato, no quedó otra opción que denunciar ante la Audiencia Nacional esta violación de nuestros derechos más básicos. Antes de llegar a juicio, existe un mecanismo extrajudicial de conciliación en el que empresas y trabajadores pueden llegar a un acuerdo, pero como ya informamos en junio, everis demostró una vez más que teme que los trabajadores nos organicemos en un verdadero sindicato de clase, ya que pidió posponer la fecha de la conciliación para posteriormente negarse a llegar a ningún acuerdo.
Esta infame estrategia de posponer todo el proceso para intentar evitar que los trabajadores tengamos una organización que sólo sirva a nuestros propios intereses, queda además claramente corroborada cuando la empresa solicita aplazar la fecha del juicio por motivos de agenda de uno de sus abogados - cuesta creer que una empresa con miles de trabajadores tenga un solo abogado en plantilla -, ante lo cual la Audiencia Nacional concede dicho aplazamiento fijando una nueva fecha que vuelve a retrasar todo el proceso judicial, demostrando que la justicia en este sistema no es más que un instrumento al servicio de las empresas.
Durante el tiempo que ha pasado desde que la empresa nos negó un derecho fundamental, como es la libertad sindical, hasta hoy, everis ha ido ejecutando su plan contra CSC para intentar impedir que nuestro sindicato crezca y obtenga más influencia entre los trabajadores. De esta forma, los días 8 de mayo y 2 de octubre de 2020 respectivamente, la empresa despedía a nuestro compañero Pablo Martin Sánchez -delegado sindical del centro de Salamanca- y a nuestra compañera AL -delegada sindical del centro de Murcia-, despidos ambos que serán recurridos ante la justicia por tratarse de evidentes casos de represión sindical.
Esa y no otra es la realidad de una empresa que invierte gran cantidad de recursos en intentar engañar a los trabajadores y mostrar un supuesto interés por las personas, cuando los trabajadores en este sistema somos sólo números, mano de obra a la que explotar que permita que una minoría parasitaria se haga rica a costa de nuestro esfuerzo, nuestro sufrimiento y nuestra miseria. Esa y no otra es la realidad del sistema capitalista.
Queda demostrado pues la absoluta farsa que suponen todos los correos corporativos y toda la propaganda que everis publica en diversos medios, como aquello de que “por encima de todo creemos en las personas”.
O que “en everis tú y tu bienestar sois nuestro foco principal”.
O que se “apuesta firmemente por el talento” y “la creación de un contexto de libertad responsable”.
O que “más allá de la importancia de la tecnología, las personas son el centro de todo”.
O que “somos un gran equipo”.
Todo es una enorme sarta de mentiras que no se sostienen. No creen en las personas, creen en la sumisión de los trabajadores; nuestro bienestar no les importa nada, tan sólo les importan los beneficios que extraen de nuestro trabajo; no apuestan por el talento ni por una libertad responsable, tan sólo tenemos la libertad de acatar lo que la empresa imponga y agachar la cabeza; el centro de todo es el resultado fiscal a final de año y los trabajadores sólo herramientas que usar y tirar cuando les convenga; y no, no somos un gran equipo, somos dos clases sociales, empresarios y trabajadores, con intereses enfrentados, y en cuanto los trabajadores mostramos un ápice de fortaleza y nos organizamos, nos atacan despiadadamente sin dudarlo, demostrando que ellos sí han entendido perfectamente la lucha de clases.
Toda esta propaganda traspasa además las barreras de la empresa, y podemos ver cómo toda clase de organismos colaboran en lavar la imagen de una empresa en la que el trato humano brilla por su ausencia, en la que cientos de trabajadores cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Y en el colmo del cinismo y la hipocresía, everis se apunta al carro de cualquier “causa noble”, como la celebración del día de Ada Lovelace, alabando la labor de las mujeres en los campos de la ciencia y la tecnología, para después despedir a trabajadoras por organizarse sindicalmente, o relegar al ostracismo a una compañera por ser ‘demasiado crítica’, empujándola a abandonar la empresa. O la firma de un acuerdo con la Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s (EJE&CON) “con el objetivo de fomentar el talento sin género y visibilizar la importancia del papel de la mujer en todos los sectores”.
Estos ataques continuados de la empresa hacia nuestro sindicato nos demuestran dos cosas. La primera es que nos temen profundamente porque saben que la organización nos hace más fuertes y que la labor de CSC está en el buen camino. La segunda es que los trabajadores tenemos que dar un golpe en la mesa y devolver estos golpes con fuerzas redobladas. Es hora de que el sindicalismo de clase crezca en everis, que la organización de los trabajadores se nutra de muchos más compañeros, de crear candidaturas en todos los centros de trabajo para convocar elecciones sindicales, de denunciar todos los abusos que la empresa comete contra nosotros y de luchar unidos por transformar un mundo en el que somos denostados y represaliados por buscar un futuro mejor para nuestra clase.
Compañeros, compañeras, ahora más que nunca, ¡hay que organizarse! Si estáis cansados de aguantar abusos, de malvivir con sueldos de miseria, de hacer horas extra, de trabajar festivos, de realizar guardias ilegales y de que no se respeten vuestros derechos, es hora de que deis un paso adelante y os organicéis en la Coordinadora Sindical de Clase.
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A CSC!