Estudios llevados a cabo en Canadá y EEUU muestran un aumento dramático en el número de casos en que personas con intención de suicidarse obligan a agentes de policia a que les disparen para acabar con su vida.El último suceso, un hombre de 32 años de Chesterfield Township acusado de fraude amenazó a varios policias con una jeringa mientras se encontraba en un centro médico hasta que uno de los agentes se vio obligado a dispararle en el pecho, muriendo poco después. "Uno de cada tres casos en que un agente dispara es un suicidio". En inglés.
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