Durante el último año y medio el ejecutivo se ha hecho un hartón de prometer programas de reformas en una amplia variedad de temas, sólo para lanzarse a cubierto a la mínima que alguien les levanta la voz. Esto sería tolerable si Rajoy andara presentando planes ambiciosos adelantados a su tiempo, pero la mayoría de propuestas son de vuelo gallináceo. La falta de convicción del gobierno en sus medidas es francamente espantosa. La verdad, ¿para qué coño gobiernan?
|
etiquetas: rajoy , gobierno , reformas , ley , política