Nunca había sido tan importante separar bien el grano de la paja. Nadie podía imaginar que la paja de trigo podría dejar de ser un residuo de la industria agroalimentaria para convertirse en la materia prima de toda una tecnología. El Instituto Tecnológico del Plástico Aimplas, junto con la empresa valenciana de porteros automáticos Fermax , participa en un proyecto de colaboración europea para el desarrollo de bioplásticos a partir de la alimentación de unas bacterias a base de azúcares con los que sintetizan naturalmente este material.
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