Con temperaturas de hasta 25 grados, el seminudismo vuelve a abrirse paso en las calles de la ciudad. Solo que esta vez el ayuntamiento no piensa hacer la vista gorda. Ante el temor a que el fenómeno siga creciendo, los responsables municipales promoverán campañas e impulsarán recomendaciones para vestir adecuadamente. No habrá multas ni ordenanzas al respecto, pero sí mensajes que recuerden al turismo que están en una gran metrópolis, no en un pueblo costero.
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