Las casas de comidas de la laguna de Texcoco, donde estaba asentada la maravillosa ciudad lacustre de Technotitlan ,eran muy coloridas y originales. El estofado era de traca. La carta invariablemente tenía varios platos, a cada cual más exquisito. Uno de ellos destacaba por su imaginativa y rotunda descripción 'Sesos de príncipe Tlaxcalteca especiados' el otro, traducido a Román Paladino, 'Tacos de entresijos de Totonaca', y así, definiciones que ponían los pelos de punta al más bragado.
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