La desesperación por la crisis de semiconductores está provocando imágenes surrealistas. Es el caso descrito por el servicio de aduanas de Hong Kong, quienes esta semana han confiscado una red de contrabando que intentaba pasar ilegalmente más de 2.200 CPUs, más de 1.000 memorias RAM, unos 630 smartphones y unos 70 productos cosméticos, todo con un valor aproximado de unos 4 millones de dólares al cambio. el día 16 de junio se detuvo a un conductor. Llevaba pegadas al cuerpo hasta 256 CPUs de Intel de gama alta. Fuente:
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