Interesante artículo de cómo degeneró la endogamia en la corona española hasta llegar a Carlos II, el cual posiblemente padeció un Síndrome de Klinefelter. ”El Príncipe parece bastante débil; muestra signos de degeneración; tiene flemones en las mejillas, la cabeza llena de costras y el cuello le supura” y añade: ”asusta de feo”. Mamó hasta los 4 años, y no pudo andar hasta que tenía 6. Era impotente, tenía unos genitales pequeños y testículos atróficos, azoospermia, retraso mental y era sumamente enfermizo.