Traigo la duna, el calor de la piedra y un pasaporte de Jaymas. Vengo de la arena humilde, de los jeeps que dejan llanta en el desierto muerto y ando en los pies del camello, me duele el sol. Soy de un pueblo de huertos secos, primaveras desterradas, amputado de la espuma del océano y puesto de celda. Deje la sangre de mis hermanos en los muros ocupantes de Marruecos. Talaron mi país de bomba de F-5 y cadenas de M-60Patton, lo quemaron de Napalm y le pusieron alambre.
|
etiquetas: sahara , tindouf , refugiados