Vuelve a saltar la polémica con los repartos a domicilio. Esta vez, un repartidor ha tardado casi 6 horas en subir a la cima del monte Fuji (3.776 metros), en Japón, con un objetivo: entregar una pizza a un cliente. Mientras que el precio de la pizza era de 3.776 yenes (unos 27,5 euros), la entrega hizo que ascendiera a 40.000 yenes (unos 291 euros). Este insólito servicio tuvo lugar el 20 de agosto, llegando a hacerse viral en redes sociales en la actualidad.
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