Cuando el divorcio es inevitable, lo mejor para ambas partes es que sea civilizado, pero acusar falsamente al otro de maltrato y amenazar con no pagar la hipoteca conjunta no contribuyen al buen desenlace. [...] antes de tirarse por el balcón conviene asegurarse de que haya agua debajo. Si uno no lo hace, no se puede acusar al vecino de mala fe por no haber puesto la piscina justo allí.
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