Son hábiles como el que más cuando se trata de eximir sus responsabilidades. No es que se escaqueen de sus funciones, simplemente reparten ‘marrones’ por doquier pero cuando se trata de colgarse la medalla, el experto en escurrir el bulto se convierte en héroe. Pillarles con las manos en la masa es el principio para aniquilar a estos personajes capaces de destruir un buen clima laboral.
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