En el año 2008, la Consejería de Sanidad se comprometió a elaborar unos censos que enviaría al Ministerio de Sanidad para planificar la vigilancia de la salud de este colectivo de trabajadores, ya que esto permitiría a quienes están fuera de las empresas realizar una vigilancia para evitar los efectos de la asbestosis y de los mesoteliomas. Si este procedimiento se hubiese hecho durante la presencia del trabajador en la empresa, todo el gasto derivado hubiese ido con cargo a la mutua.