Jason se inscribió para jugar en el equipo de baloncesto pues era su pasión. No le aceptaron, pero siempre acompañaba al equipo ayudando al entrenador. Controlaba las estadísticas, repartía agua, animaba a los jugadores, pero jamás jugaba. ¿Los motivos? Su baja estatura... y que Jason es autista. Despues de mucho tiempo, el entrenador le dio una oportunidad para disfrutar en el ultimo partido de la temporada, cuando quedaban 4 minutos, lo increible es que durante esos 4 minutos batió todos los records de puntuación en la historia.
|
etiquetas: autismo , entrenador , autosuperacion , baloncesto , triples , espn