Varios conductores de autobús de una línea de transporte público de Paraguay permanecen crucificados y en huelga de hambre desde hace casi un mes en protesta por haber sido despedidos de la empresa concesionaria por crear un sindicato para reivindicar sus derechos laborales. Las carpas de lona negra situadas frente a la parada de la línea 30, que une Asunción con Luque, alojan a 8 hombres y una mujer clavados de las manos en cruces de madera apoyadas en el suelo, y a otros cuatro en huelga de hambre.
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