Las peculiares características del gobierno tripartito volvieron a ponerse ayer en evidencia, en tiempos poco propicios para la falta de claridad. Después de las detenciones de la operación Pretoria, y el encarcelamiento el pasado viernes de cinco cargos y ex cargos políticos, el Govern en su reunión de los martes optó por no fijar ninguna posición ni enviar mensaje alguno a la opinión pública, en gran parte a causa de los diferentes puntos de vista de los tres socios sobre lo que conviene o deja de convenir.
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