A las aseguradoras alemanas les queda claro ya que habrá un incremento de daños por causa de desastres debidos al cambio climático, como tormentas, olas de calor, incendios forestales y sequías. Especialmente preocupa el incremento de las precipitaciones, que pueden transformar abruptamente los cauces más pequeños en verdaderos caudales. Al parecer hay que hacerse a la idea: si hasta el momento, estadísticamente, se cuenta con una inundación grave (como la del Elba en el 2002) cada 50 años, a partir del 2040 habrá una cada 20 años.