La noche que lo prometía todo fue, por un golpe de mala suerte, una completa desilusión para el público. De repente, un guitarrista de la banda se quedó tocando solo, y al percatarse de ello ladeó la cabeza y vio al resto de músicos rodeando al anciano Cohen que se encontraba tendido en el suelo. Se había caído de rodillas sobre el escenario cuando entonaba la cuarta canción de su repertorio. No hubo una quinta.
|
etiquetas: música , leonard cohen , valencia