Muchas veces me pregunto cómo este tipo de historias solo ocurren en países lejanos o en malas películas de sobremesa. Cuando investigas el proceso que lleva a un niño de 16 años a hacer un importante descubrimiento científico, te das cuenta lo mal que funciona la enseñanza e investigación en nuestro país. Marshall Zhang, un estudiante aventajado de secundaria, quería jugar a ser científico y pidió a su profesor tener acceso a las herramientas de investigación necesarias para poder sentirse mayor.
|
etiquetas: fibrosis quística , tratamiento , marshall zhang , chaval