No creo haber descubierto nada nuevo para casi nadie. Siempre he tenido bastante claro que las empresas españolas, sobre todo aquellas que venden online, se dedican sistemáticamente a tomarnos el pelo a todos. ¿Quién no ha mirado precios de gadgets, aparatos electrónicos, libros o cualquier otra cosa para acabar comprándolos en el extranjero? pues casi todos los que tenemos dos dedos de frente. Lo triste es que ahora que Amazon acaba de empezar a operar en España, yo -pobre iluso- pensaba que las cosas iban a cambiar...