Un universo periodístico en horas bajas en el que tiene más futuro uno que conoce a alguien que conoce al jefe, y sobretodo si no molesta jugando a ser periodista, que uno que sigue con esa maldita mala costumbre de preguntar y escribir lo que descubre. Sí, chaval. La cosa está fatal. El actual periodismo no necesitan ya periodistas. Se basta con los relaciones públicas, a las que perfectamente podéis quitar la ele. ¿O no os parece lamentable que los mejores periodistas deportivos de TV3, sean apartados del Barça por indicación de Rosell...
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etiquetas: periodismo deportivo , corrupción