Dentro de la compleja ecuación de felicidad y trabajo pocos elementos tienen una influencia más negativa que un compañero de trabajo tóxico. La influencia de un compañero tóxico es demoledora para aquellos que le rodean. No solo por su actuación directa, que puede ser limitada, sino por el mensaje que se manda al resto de la organización: “nuestra compañía tiene unos valores pero no hacemos nada por cuidarlos, y por eso permitimos que trabajéis codo con codo con malas personas”.
|
etiquetas: empleados , tóxicos , entorno laboral , coste