Uno de los efectos curiosos de la profunda crisis en que sigue inmersa nuestra economía es que ha reducido muy notablemente uno de los rasgos negativos que habitualmente se achacan a nuestro mercado de trabajo. Unos lo llaman "precarización", otros simplemente hablan de un exceso de contratados temporales en comparación con los países de nuestro entorno europeo.
|
etiquetas: paro , contratos temporales , trabajo , crisis