No soportamos al coleccionista de platos, al cazador de restaurantes. Conocemos el gremio y las reglas del juego, pensar, prever, comprar, pagar, conducir, almacenar, ordenar, limpiar, manchar, barrer, sudar, poner la mesa, sofreír, colar, picar, triturar, fregar, estofar, abrir el vino, recibir, presidir, masticar, beber, fumar, lavar, ventilar, emborracharse, arrepentirse. ¡Tanto trabajo! ¿Qué papel asumimos en el restaurante florido, en la tasca? Somos curiosos, dementes, niños, voraces, fetichistas con apetito, viciosos, perversos y cerdos,
|
etiquetas: verracos , gastronomía , crítica