Hay quien dice que es ley de vida, que “el pez grande se come al chico” y que siempre ha sido así.La tendencia al oligopolio (denominado eufemísticamente “consolidación del mercado”) del mercado tecnológico y el hecho de que nuestros datos, hábitos de navegación y consumo, correos personales, etc, y que el grán repositorio de conocimiento humano e información que supone Internet pasen a estar controlados por un número cada vez menor de grandes empresas -con la aquiescencia cuando no complicidad de los gobiernos- comienza a ser preocupante.