Dice el dicho que a caballo regalado no le mires el diente. Sin embargo, tener un coche no suele ser gratis, y hay que readaptar el dicho a esto: a caballos comprados mírales los dientes. Hace poco conocí al novio de una amiga de mi novia (¿no hay un palabro que simplifique esto?) y me comentó que se había comprado un BMW 118d de los primeros, los que daban 122 CV y no 143 CV. Hablamos largo y tendido del coche.
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