Hay días en que una cree estar viviendo una realidad paralela y hoy es uno de ellos. Ayer, como había decidido prácticamente desde que tuve conocimiento de la convocatoria de las “Marchas de la Dignidad”, acudí a Madrid a mostrar mi indignación por las políticas que se han llevado a cabo en este país desde que la amenaza de la crisis empezó a sobrevolar nuestras cabezas. Mi sentimiento era de esperanza, ilusión, pero también de cautela emocional...
|
etiquetas: medios , mentiras , reflexión