La supuesta desarticulación del grupo ultraderechista Falange y Tradición ha provocado que personas afectadas por sus acciones hayan comparecido ante los medios de comunicación para denunciar que todavía hay preguntas sin respuesta entorno a este caso, como "la impunidad con la que actuaban, el manto de silencio que había y quién estaba detrás de estos ataques".