Si según todas las encuestas el partido de Putin obtendría la victoria, si aunque no hubiera obtenido un sólo voto en Chechenia habría ganado de todas formas, si el fraude checheno es tan descarado por la antipatía -por decirlo suave- que despierta Putin en esa región ¿para qué un fraude tan evidente en esa república? Sea cual sea la respuesta es evidente que no se trataba de ganar las elecciones. Probablemente el fraude mayúsculo checheno persigue otros fines: desmoralizar a la población haciéndoles ver quien manda, por encima de su voluntad.
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