La presenilina mutante es tristemente célebre, por su papel en la más agresiva forma de la enfermedad temprana de Alzheimer, que puede atacar a personas ya en los 30 años. En su último estudio, investigadores del Instituto Salk descubrieron el lado productivo de la presenilina: es el motor que ayuda a las neuronas embrionarias a navegar por el laberinto de señales químicas que arrancan, empujan y cortan paso en su camino hacia sus objetivos exactos. Sin ella, las neuronas motoras en ciernes malinterpretarían sus señales de guía y se atascarían
|
etiquetas: descubriendo secreto , trazado , circuitos neuronales