Según le explicaron los especialistas, el niño –que ya cumplió 23 semanas– tiene un síndrome que se conoce como abdomen pared. Eso significa que tiene abierta la pared abdominal y expuestos el corazón, el hígado y los intestinos. Tiene una escoliosis grave (desviación de la columna vertebral), quistes, costillas cortas y sus piernas no se desarrollaron. Empero, las posibilidades de que le acepten un aborto son escasas, porque el Código Penal costarricense lo prohíbe.
|
etiquetas: aborto , ley antiabortista