A cinco kilómetros del destino la vía se estrecha. Vértigo por la altura y vértigo por lo que empiezo a adivinar: un mastodonte de 22 plantas de altura. El hotel Algarrobico a la vista. Este disparate urbanístico, ubicado en zona protegida, preside una presunta playa virgen de Carboneras (Almería). El Algarrobico como emblema y como síntoma. Preguntemos a los nativos. Ni lo tiran.
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