El principal cambio en la política de defensa norteamericana en la administración de Obama es la progresiva retirada de tropas de Irak y Afganistán. Sin duda, un quiebre respecto a su antecesor, Bush. Pero, así como van saliendo de escena las guerras convencionales, parecen ganar terreno las operaciones encubiertas y los ataques con aviones no tripulados. Pero, más que a razones políticas apunta a las económicas por el ahorro que implican las operaciones breves, a baja escala y efectivas. Expertos la enominan doctrina del silencio.