"Hemos aprendido, además, y no es nada baladí, que no se puede comprar el bienestar. A medida que aumenta el nivel de riqueza –y ya puede ponerse la gente como quiera–, aumenta también el desasosiego inducido por el abanico de una mayor elección. La infelicidad no es el resultado del mercado, como se cree tan a menudo, sino de la falta de transparencia de ese mercado y la consiguiente corrupción. Que se lo pregunten, si no, a tantos defraudados y parados por culpa de especuladores..."
|
etiquetas: bienestar , compra , artículos , punset