La costumbre de cazar siempre el animal más grande está provocando una evolución tres veces más rápida de la que predijo Darwin. En el mar, el bacalao o el salmón se están haciendo más pequeños y maduran antes debido a la sobrepesca. En tierra, el tamaño de algunos trofeos de caza está en declive. Los carneros tienen cuernos más pequeños y algunos elefantes nacen sin sus preciados colmillos de marfil. Las causas de este fenómeno aun están a debate, pero cada vez más expertos hablan de una nueva versión evolutiva en la que sobrevive el más débil
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