Es habitual en relatos que incluyen algún elemento sobrenatural que, si se otorga un poder, éste lleve asociada una contrapartida, más allá de los inconvenientes y responsabilidades naturales. Y no me refiero a una debilidad, como la vulnerabilidad ante la kriptonita, sino a una especie de pago kármico.
|
etiquetas: amenábar , el mal ajeno