Durante las últimas semanas, numerosas protestas organizadas por el mundo agrario han inundado algunas de las ciudades más importantes de la Unión Europea. El impacto de las manifestaciones, que ya han provocado cambios normativos en el seno de la Comisión Europea, demuestra la fuerza de un sector esencial para la seguridad alimentaria del bloque pero que solo supone un 1,4% del PIB comunitario y un 4,5% del empleo. El sur comunitario y las regiones del este son las zonas donde mayor peso tiene el trabajo en el campo.
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