En mayo de 2010, un mapa frágil y hecho jirones fue descubierto en el almacén de la Sociedad Histórica de Brooklyn. Los expertos lo identificaron como un objeto raro, era el "Plan de la Ciudad de Nueva York" de Bernard Ratzer en 1770. Hasta entonces, se cree que solamente existen tres ejemplares. Después de una minuciosa restauración para eliminar las capas de suciedad y goma laca y decenas de reparación de roturas, el mapa está ahora detrás de plexiglás y listo para ser mostrado al público.