"Nos decía Hotline Miami (Dennaton Games, 2012) que no pasa nada porque muramos. Que no nos achiquemos ante la tempestad. Después de todo, en un juego donde un golpe equivale a una muerte, vas a morir muchas veces. Pero morir ya no es importante. Morir tenía su valor antaño, cuando la hegemonía de los salones recreativos y las monedas con agujeros"
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