El sacrosanto capitalismo parece el único sistema posible, pero también hace trampas: en cuanto los bancos norteamericanos han sentido en su nuca el aliento del lobo de la quiebra, se han lanzado raudos a pedir fondos a papá Estado. Sin olvidarse, como siempre, de pedir que se abarate el despido.
|
etiquetas: crisis económica , díaz ferrán , paréntesis , economía de mercado