Es una pésima noticia que los contribuyentes españoles vayan a pagar de su bolsillo el 40% de la reducción del déficit público. Ni tal cosa venía en el programa del PP, ni encaja con ningún postulado mínimamente liberal. Ni va a funcionar. Tendrá efectos deletéreos sobre el consumo y sobre el ahorro. Es una medida típicamente socialdemócrata que viene a confirmar la sospecha de que dicha ideología es la única de la política española. Hemos convertido a Suecia en un paraíso liberal.