Esto, como habrán supuesto, es la crisis del PP. O, para ser más precisos, la guerra civil entre la dirección del partido en Madrid y la sede de Génova. Porque no se puede simplificar reduciendo la crisis a un enfrentamiento por el poder de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Hay muchos más actores implicados, un desgaste por la falta de expectativas electorales, la presión de una extrema derecha personificada en Abascal, que les está comiendo el terreno, y un secretario general, Teodoro García Egea, que frena cualquier indisciplina interna
|
etiquetas: pp , crisis